lunes, 5 de agosto de 2013

Se aprenden matemáticas haciendo matemáticas

He realizado una pequeña presentación que quiero poner el próximo curso el primer día de clase. El objetivo es señalar que para aprender matemáticas hay que dedicarle tiempo y hay que pensar. Parto del proverbio chino (¿Confucio?) que señala que se aprende haciendo:



¿Qué os parece? La presentación es sencilla a propósito. Quiero insistir a los alumnos desde el primer día que no se aprende viendo al profesor hacer ejercicios en la pizarra, sino haciendo los ejercicios ellos. ¿El por qué de esta insistencia? El pasado curso tuve una pequeña broma con mis compañeros de departamento: "Juanjo no explica". Y era verdad: intenté explicar lo mínimo posible para poder maximizar el tiempo de trabajo de los alumnos en clase. Pero tuve dificultades para que muchos alumnos lo entendieran.

A Eric Mazur, importante físico de Harvard, también se le quejaron los alumnos cuando decidió cambiar su forma de organizar las clases. Se dio cuenta de que los alumnos realmente no aprendían con sus clases magistrales. No era culpa de sus alumnos, de los contenidos ni de él, sino de la forma de dar clase. Mucha gente, profesores incluidos, identifican "dar clase" con la imagen del profesor explicando en la pizarra. Pero con ese modelo de enseñanza es el profesor el que realiza la mayor parte del trabajo y deberían ser los alumnos los que realizaran el esfuerzo. Los estudiantes tienen que pensar. ¿Y entonces cómo hacerlo? ¡Buena pregunta! Por ahora os dejo con una charla de Eric Mazur que descubrí gracias al blog Más ideas, menos cuentas. Eso sí, está en inglés y sin subtítulos. Esta es una de las muchas ocasiones en las que uno se alegra de saber el inglés suficiente para entender una conferencia. Os animo a que le dediquéis la hora y veinte minutos que dura. Si os gusta la educación, pasaréis un rato muy agradable:

domingo, 4 de agosto de 2013

¡Abajo los radicales!

Soy profesor de matemáticas en un instituto de enseñanza secundaria público. Llevo casi diez años en esta apasionante profesión. Y cada vez lo tengo más claro: no es que la mayoría de los alumnos sean torpes o que los profesores de matemáticas no queramos enseñar, sino que se pretende que los estudiantes aprendan demasiados contenidos matemáticos en poquísimo tiempo. Solución: o menos contenidos o más horas. Yo optaría por lo primero. Siempre hay genios que consiguen maravillas con sus alumnos, pero en general nuestra asignatura consigue peores resultados que el resto.

Aclaro: quiero tener más tiempo para hacer más problemas, más retos, más proyectos, dejar que descubran, que investiguen, que disfruten y hagan matemáticas de verdad. Pero si tengo que dar los radicales y las ecuaciones y las funciones y... ¡Abajo los radicales!

Por cierto, no tengo claro todavía hasta qué puntos estamos obligados los profesores a evaluar a nuestros alumnos de todos los contenidos que aparecen en el currículo oficial. Se pueden argumentar razones por las que no ha dado tiempo a "ver" algunos de los temas. No es este mi caso, ya que mis compañeros de departamento suelen querer impartir más contenidos que yo. Y a mí me gusta llegar a acuerdos, así que a correr para que todos los alumnos del mismo nivel puedan examinarse de las mismas unidades.

¿Y vosotros qué opináis? ¿De verdad creéis que hace falta que sigamos corriendo en clase "viendo" temas sin parar? ¿Con tanto contenido vamos a conseguir que nuestros alumnos aprendan matemáticas de verdad? Y lo que es más importante, ¿podemos lograr que disfruten con ellas? Como decía Paul Lockhart en su lamento, ¡con lo bien que nos lo podríamos estar pasando todos!